Reseña #77: Violet y Finch

¡Buenas tardes lectores! Okey, no son tan buenos como esperaba, les explico por qué. Antes de empezar a redactar esta entrada, busqué la imagen de mi lectura actual para actualizar esa sección del blog, y me encuentro con que la autora del libro que estoy leyendo, Mary Higgins Clark, ha fallecido a finales de Enero de este año. Sigo en shock por la noticia y aún lo estoy asimilando. No puedo creer que haya muerto y que yo me haya enterado recién ahora. Me siento culpable en parte, por no estar más al pendiente de ella y porque sus últimos libros no me gustaron (como si debieran gustarme sí o sí). No sé, es mucho para asimilar y necesito tiempo para hacerlo. Trataré de continuar escribiendo este post lo mejor que pueda, ¿De acuerdo?

Título: Violet y Finch
Título original: All the bright places
Autor: Jennifer Niven
Género: Juvenil
N° de páginas: 400 páginas
Año de publicación: 2016
Editorial: Destino
ISBN: 9789507323072
Sinopsis
Violet está rota. Finch está roto. ¿Pueden dos mitades rotas reconstruirse?
Esta es la historia de una chica que aprende a vivir de un chico que pretende morir, de dos jóvenes que se encuentran y dejan de contar los días para empezar a vivirlos.





Opinión Personal 
Este, señoras y señores, es el libro por el que pospuse la lectura de "Por siempre, Lara Jean". Necesitaba leer algo más antes de ese libro, porque es una trilogía al que le tenía sus expectativas pero me ha decepcionado bastante, y no podía soportar otro libro más leyendo un romance que no me gusta. Así que como la película de Netflix se estrenaba a finales de Febrero, allá por la tercera semana decidí ponerme con él, creyendo que no iba a acabarlo antes del estreno, pero aún así lo intenté. Y adivinen qué: lo terminé un día después. Ni yo puedo creerlo, me lo devoré en menos de dos semanas. Fue una lectura muy adictiva, no sólo por la historia sino también por sus personajes.
La historia gira en torno a dos adolescentes: Violet Markey y Theodore Finch, quienes por diferentes razones están rotos. Ellos se conocen en el colegio y aunque al comienzo no se hablan, un trabajo de clase los obliga a convivir juntos y por lo tanto, conocerse más. Así, ambos comenzarán a cambiar la vida del otro de diferentes maneras, pero con un mismo objetivo: dejar de vivir en el pasado o en el futuro y comenzar a vivir el presente, valorando las pequeñas cosas. 
Violet Markey recientemente ha perdido a su hermana mayor Eleanor a causa de un accidente de tránsito, y desde ese día no para de culparse por ello. Vive con ese sentimiento de culpa constante, y ha dejado de hacer las cosas que antes le apasionaban: escribir, salir con amigos, ese tipo de cosas. Sueña con el día en que llegue el baile de graduación, anunciando el último día de colegio y lo que ella cree su "libertad": al fin podrá irse de Indiana y empezar a vivir.
Theodore Finch, por otro lado, es un chico que en más de una ocasión permanece "dormido": su mente se queda en blanco, ningún pensamiento atraviesa su cabeza. Durante esos días permanece encerrado en su habitación, hasta que "despierta" y retoma su rutina diaria: va al colegio, sale a correr, escribe palabras o pensamientos que luego pega en la pared de su cuarto, lo que le ayudan a descargar sus sentimientos. Esto le sucede desde hace ya varios años, y tal como Violet, él también cuenta los días en los que permanece despierto, con ganas de vivir. 
Este es un libro donde vemos cómo Violet y Finch se perciben a sí mismos como seres humanos, y cómo los perciben los demás: su familia, sus amigos y compañeros de colegio. Cada uno tiene sus propios problemas y los enfrentan a su manera. Gracias a que esta historia está contada desde sus dos perspectivas, conocemos sus pensamientos y reacciones ante lo que viven, logrando ponernos en su lugar y comprender mucho mejor todo lo que está sucediendo. Somos testigos del cambio que cada uno genera en el otro. Un cambio cuyas consecuencias para ambos se reflejan en las últimas páginas.
No se trata de una historia de amor adolescente más, sino que se centra en presentarnos enfermedades mentales, donde todo lo nombrado anteriormente tiene gran influencia en las vidas de Violet y Finch: la propia percepción de ellos mismos, la perspectiva ajena y el entorno el que viven. Podemos comprobar cómo estas enfermedades pasan desapercibidas para muchas personas, que constantemente minimizan o normalizan ciertas conductas o sentimientos, creyendo que nada puede ir mal en la vida del otro. O peor aún: se creen con el derecho a juzgar las decisiones ajenas, aclarando lo que hubieran hecho en su lugar; buscar soluciones mucho mejores que las halladas por el otro.
Como ven, es un libro fuerte, pero eso no significa que no tenga sus partes bonitas: la historia de Violet y Finch, la relación de ellos es hermosa, me gustó demasiado leerlos y ver cómo se complementaban el uno al otro o por el contrario, eran polos opuestos que se ayudaban a sobrellevar sus problemas. Amé por completo la personalidad de Finch: es un chico tan impredecible, nunca sabes cuándo te va a salir con un chiste, una frase romántica o las palabras justas para hacerte sentir mejor. Me encariñé muchísimo con él, cosa que no me pasó con Violet: la quiero mucho a ella también, pero siento que en el final tuvo comportamientos bastante cuestionables, impropios dada la situación en la que se vio envuelta. Eso le restó algunos puntos, que luego recompensa un poquito en las últimas páginas.
Ahora sí, antes de pasar a mis reflexiones finales, quiero dejar una advertencia que siento que es necesaria: si escuchan o leen a gente diciendo que no recomiendan esta lectura a personas que sufran las enfermedades mentales retratadas (aclaro: depresión y suicidio), crean en su palabra. Es algo con lo que estoy totalmente de acuerdo, no es un libro apto para esas personas o para gente sensible o que no esté pasando por un buen momento. Yo sufrí en varias partes y cuando lo terminé me dejó pensando en un montón de cosas, reflexionando acerca de lo leído. Hasta el día de hoy me acuerdo de él y me sigue impactando por lo fuerte que es.
Como conclusión, puedo decir que con este libro aprendí lo siguiente:
1) La poca importancia que la sociedad le da a las enfermedades mentales: a veces comportamientos que indican que algo puede ir mal en la vida del otro son totalmente normalizados y por ende, pasados por alto. Y mejor ni hablemos cuando pasa lo peor, y oyes a alguien diciendo: "¿Por qué no acudió a mí por ayuda? Hubiera estado ahí para él /ella", cuando en realidad, en su momento, hizo todo lo contrario, ignorando el llamado de auxilio o como dije antes, minimizando el problema. En fin, la hipocresía.
2) No estás solo/a: busca ayuda si la necesitas, no dejes que la vergüenza o el miedo te ganen. Tampoco te culpes por las cosas que no puedes controlar. Estos mensajes deja la autora en una carta al final del relato, donde además cuenta las vivencias que la inspiraron a escribir esta historia. Es una carta breve de una página pero es realmente impactante.
Si tuviera que describir este libro en pocas palabras, sería: realista, desgarrador y emotivo. Es todos los sentimientos en uno.
Violet y Finch son dos personas que están rotas por distintos motivos, y la vida hace que coincidan en un lugar, conociéndose y comenzando una amistad que poco a poco va a más. ¿Podrán dos personas rotas reconstruirse? Lo descubriremos a medida que su relación avance. Seremos testigos del cambio que cada uno genera en la vida del otro, un cambio cuyas consecuencias se reflejan en las últimas páginas, donde me quedo con el mensaje final de la autora: no estás solx, busca ayuda si la necesitas, y no te culpes por cosas que no puedes controlar. Un libro que invita a prestar un poco más de atención a nuestro entorno, y no dar por sentado que todos tienen una vida perfecta, y sin preocupaciones. Podemos ser útiles, podemos ayudar, y hacer un cambio en la vida de la otra persona. 
Puntuación: 10/10. 

Dios, esta es una reseña que estuve pensando cómo escribir desde hace mucho, y espero haberlo hecho bien. Quiero que entiendan que este es un libro hermoso pero fuerte a partes iguales. Es una historia que me impactó y no creo que olvide fácilmente. No ha pasado ni un mes que sigo teniendo presente a sus personajes, la historia y los mensajes que deja. Sé que se quedará conmigo por mucho tiempo, y espero me sirva para ser más consciente de las enfermedades mentales y darles la importancia que merecen. Les recomiendo este libro porque creo que abre mucho la cabeza acerca de estos temas, al tener a dos personas con estas enfermedades contando su historia de primera mano.
Sigo sin estar convencida de cómo quedó este texto. Siento que tal vez exagero demasiado, pero es lo que me hizo sentir esta historia. Tal vez algún día lo vuelva a leer y esté contenta con cada palabra. Ahora les toca a ustedes. ¿Ya habían leído este libro? ¿Vieron su adaptación en Netflix? ¿Qué impacto tuvo su lectura en sus vidas? Esto y todo lo que me quieran decir pueden dejarlo abajo en los comentarios.
Sin nada más que agregar, me despido.