En fin, dejando de lado mi vida mundana, paso a traerles la reseña de una película de la que moría por hablar, porque estuve obsesionada antes, durante y después de verla, y cómo no estarlo, si es de los mejores live actions de Disney hasta la fecha. Ahora se van a enterar por qué.
Título: Aladdin
Título original: Aladdin
Año de estreno: 2019
Género: Fantástico. Musical. Romance. Aventuras | Remake. Cine familiar
Duración: 128 min.
Producida por: Walt Disney Pictures / Lin Pictures / Marc Platt Productions / Rideback / Hurwitz Creative.
Dirigida por: Guy Ritchie
Guión: John August, Guy Ritchie (Remake: Ron Clements, Ted Elliott, John Musker, Terry Rossio)
Reparto: Mena Massoud, Naomi Scott, Will Smith, Chico Kenzari, Billy Magnussen, Nasim Pedrad, Numan Acar, Navid Negahban, Amir Boutrous, Jordan A. Nash, Taliyah Blair, Aubrey Lin, Omari Bernard, Buckso Dhillon-Woolley, Maya Saroya, Amer Chadha-Patel, Stefan Kalipha, Nina Wadia, Amed Hashimi, Frank Welker.
Sinopsis
Aladdin es un adorable pero desafortunado ladronzuelo enamorado de la hija del Sultán, la princesa Jasmine. Para intentar conquistarla, acepta el desafío de Jafar, que consiste en entrar a una cueva en mitad del desierto para dar con una lámpara mágica que le concederá todos sus deseos. Allí es donde Aladdín conocerá al Genio, dando inicio a una aventura como nunca antes había imaginado.
Trailer
Para empezar, de esta película empecé a saber desde que se fue revelando el cast, y lo que más me emocionaba en ese momento (y por ende, me animaba a verla) era que Naomi Scott sería Jasmine. Adoro a Naomi desde Lemonade Mouth, pero desde allí no seguí sus pasos. Y Will Smith es super conocido y muy buen actor, no podría ser un mal producto con ambos en el elenco ¿o sí? Aparte de eso, y como siempre sucede últimamente, tras los primeros avances, hubo gente que se quejaba de que Will como el Genio en ese color azul no gustaba, que Mena no era un buen Aladdin, y bla bla bla. Lo típico: sacan un live action y la gente espera que sea calcado a la película original. Sigo detestando que tiren tanto odio hacia un filme sin siquiera verlo aún, y eso me animó aún más a verla, sumado a las reseñas que fueron saliendo tras su estreno, que no hacían más que hablar maravillas de la película. Fui al cine con muchas expectativas, y fue un producto que no me decepcionó.
La historia, con leves cambios, es más o menos la misma: Aladdin es un carismático ladrón que se gana la vida robando, junto a su simpático y graciosísimo mono Abú. A su vida ciertamente no le falta acción y aventura, pero desearía vivir mucho mejor, y no tener que robar para sobrevivir. En una de sus persecuciones por robo, conoce a la princesa Jasmine, quien se hacía pasar por una pueblerina más, y comparten un par de momentos juntos, donde finalmente nuestro protagonista termina enamorado de ella. Pero como en todo amor Disney, existe un problema: ella es una princesa y como tal, se tiene que casar con un príncipe, y él es todo menos eso. Por azares del destino conoce a Jafar, la mano derecha del sultán de Agrabah, y éste le convence para que robe la lámpara maravillosa de la Cueva de las Maravillas. El muchacho lo hace, pero es engañado por Jafar, quien al final termina perdiendo la lámpara, que termina en manos de Aladdin. Éste la frota y sale el Genio, listo para concederle cualquier deseo que pida, tres en total. Es así cómo este ladrón va a hacer lo imposible por ganarse el corazón de la princesa Jasmine.
Como personajes, tenemos a Aladdin, un ladrón que, como dije antes, se ve obligado a robar para sobrevivir, pero no se considera un ladronzuelo, una escoria, ni ninguna de las cosas que les gritan los guardias que siempre andan detrás de él; por el contrario, cree poseer un corazón solidario, porque es capaz de quedarse sin para darle al otro. Un buen día conoce a la princesa Jasmine, y con la ayuda del Genio, intentará ganarse su amor: para ello, se convertirá en el Príncipe Alí. ¿Podrá interpretar el papel de una persona completamente opuesta a él? ¿O se dejará seducir por los lujos de una vida distinta?
Jasmine es la princesa de Agrabah, una mujer fuerte, decidida y que tiene muy claro lo que quiere, sus convicciones y deseos; pero que se ve obligada a casarse para continuar gobernando. Cansada de estar encerrada sin conocer el mundo y sometida a un casamiento forzado, Jasmine espera algún día ser libre y poder tomar sus propias decisiones, ser escuchada y que nadie opaque su voz.
Jafar, por otro lado, es la mano derecha del sultán, pero su mayor objetivo es gobernar Agrabah, tener el suficiente poder para jamás volver a ser el segundo de nadie. Su ambición lo llevará a hacer hasta lo imposible con tal de apoderarse de la lámpara maravillosa y utilizar esos tres deseos a su favor.
El dueño de esta lámpara tan codiciada es El Genio, un ente benévolo, divertido y poderoso que concede deseos a quien frote este mágico objeto. Su nuevo dueño, Aladdin, pronto se transformará en su amigo, y esto traerá divertidos y emotivos momentos, donde ambos aprenderán el uno del otro a ser mejores personas.
Comenzaré hablando de algo que deseo demasiado destacar: la relación de Aladdin y Jasmine. ¿Recuerdan que en mi reseña de la película de 1992 me quejaba de lo forzada que me parecía su relación? En este live action esto no ocurre, porque se ocupan de brindarnos más momentos entre ambos personajes, donde poco a poco se van conociendo mejor, provocando que su enamoramiento se sienta más genuino. Esto es algo que me encantó y agradezco mucho que lo hicieran, porque me parecía necesario, además, existe una gran química entre Naomi y Mena, lo que vuelve a esta pareja aún más hermosa.
Siguiendo por este camino, otro punto a favor es la profundidad de los personajes, especialmente los de Aladdin y Jasmine: conocemos un poco más de la vida de ambos, y en cuanto a la princesa, tiene muchas más razones para no querer casarse, además de porque lo dicta la ley. Vemos a una Jasmine más fuerte, decidida, empoderada, que no se quedará en silencio por nada del mundo. Un Aladdin que por temor a no gustarle a Jazmín, evita mostrar su verdadera personalidad. Un Genio que sin saberlo tendrá un verdadero amigo, y lo ayudará a darse cuenta de lo realmente importante: ser auténtico.
También nos encontramos con personajes nuevos, como Dalia, la sirvienta de Jasmine y su mejor y única amiga. Me pareció un personaje súper divertido y muy bien interpretado. Volviendo a los personajes que ya conocemos, la gran animación de Abú y la alfombra es magistral, lograron unos personajes sumamente expresivos, carismáticos y quienes, junto al Genio, te sacarán más de una carcajada.
Las canciones, dios, que sountrack tan perfectamente perfecto y hermoso. Alan Maken vuelve a musicalizar esta adaptación, y puedo asegurarles que este hombre hace magia: las canciones son bastante similares a las originales, las letras cambian muy poco, pero la magia perdura, gracias a las grandes voces que permiten sumergirnos en cada canción y sentir que estamos en Agrabah junto a los personajes. Tanto en inglés como en español es maravilloso, aunque sigo prefiriendo el idioma original (pese a estar acostumbrada a las canciones en español).
Ya hablé de la historia, los personajes, la música y los puntos a favor de éstos, y ahora toca lo negativo, porque sí, no todo es perfecto en esta vida. Lo único negativo que le encuentro a la película es Jafar: no sé si será el actor o los guionistas, que no supieron recrear correctamente a este villano. Si te pones a pensar un poco, logras darte cuenta que su ambición es tal que lo lleva a hacer hasta lo imposible por tener poder, y se da a entender que la causa de esto es que detesta ser el segundo en todo. Pero… ¿Por qué? ¿Qué lo llevó a anhelar el poder y sentirse valorado? Tuvo que haber algo: una experiencia (quizá, donde lo menospreciaban y siempre había alguien que era mejor que él) o alguna otra razón que justificara su accionar. Siento que la película debió contarnos eso, para agregarle mayor profundidad al personaje, y así poder entenderlo mejor. Además, la escena del enfrentamiento final con Aladdín es buena, pero la animada te provoca más sensaciones: estás con miedo, nervios, tienes el corazón en la boca, expectante a lo que va a suceder a continuación. Aquí esto no ocurre, estás expectante, pero no aterrorizado/a. Lo mismo sucede cuando Jafar triunfa: en la animada, le tienes respeto y hasta miedo, y en esta versión… simplemente no te transmite nada. En conclusión, es un personaje al que le faltó fuerza, maldad y más desarrollo.
Los mensajes que deja esta historia son los mismos que su antecesora: ser tú mismo siempre, no importa cómo luzcas ni el status social que tengas. Sólo así lograrás tus objetivos, sin necesidad de fingir ser alguien que no eres para agradarle al resto de las personas. ¿De qué sirve una vida llena de lujos si olvidas tu esencia, aquello que te caracteriza y te hace único?
Aladdin es un carismático ladrón que sueña con una vida mucho mejor. Un día por azares del destino conoce a la princesa Jasmine, y poco a poco se va enamorando de ella. Para ganarse su corazón, necesita convertirse en un príncipe. Con la ayuda del Genio de la lámpara maravillosa, logrará concretar sus más grandes deseos. Pero toda magia conlleva un precio: ¿Será capaz Aladdin de seguir siendo siendo él mismo en la piel de un príncipe? ¿O una vida llena de lujos logrará transformarlo en una persona completamente distinta?
Puntuación: 10/10
Ahora es su turno, reflejadxs. ¿Ya vieron está película? ¿Les gustó como live action? ¿Cuál es su live action favorito y la adaptación que más esperan ver? Cuénteme en los comentarios y nos vemos la próxima.
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